miércoles, 17 de marzo de 2010

Homenaje A LOS HERMANOS DE AMERICA

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera
Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente
Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana

Así como un poeta Chileno escribió este poema y lo cantaba maravillosamente Mercedes Sosa, quiero hoy hacer   un homenaje de agradecimiento  a nuestros hermanos de América por la ayuda que nos han brindado, en nuestros momentos de dolor.
Ser hermanos se siente cuando percibimos soledad  y pasamos tristezas, porque allí ellos aparecen y hoy  experimentamos su compañía, poesía, y acogida  profundamente. Todo nos cambió, sin embargo ser hermanos persiste mas allá de las fronteras  porque compartimos  más que un cielo   y una luna en común, estemos donde estemos, somos todos iguales y en la adversidad se rompen  las fronteras para darnos las manos de verdad.

En grafología, los cambios son notorios porque nuestra escritura  es reflejo del alma viva que se mueve en nuestro ser, y en los trazos reflejamos aquello que mantenemos escondido y guardado como el secreto de nuestra existencia. Todo puede cambiar, como dice la canción, pero el Amor no cambia, eso también perdura en la escritura a pesar que hoy aparecerán trazos nuevos, puntos innecesarios márgenes descuidados, en fin un sin número de gestos que no conocíamos en nosotros, es más, seguramente nos será mucho más difícil expresar  muchas sensaciones muchos testimonios para no recordar, sin embargo  a través de los gestos gráficos   logramos sobrepasar aquello que hoy nos aqueja, y   así descubrir que pese a la adversidad  somos capaces de   entregarnos un poco más.

Existen ejercicios que de forma divertida   pueden lograr un cambio fundamental , despertar esa unidad que necesitamos con los demás y con nosotros mismos, ese tender la mano de agradecimiento a la vida por la oportunidad que tenemos de hacer algo mas. Tomar un lápiz  y escribir letras unidas sin separarlas, con letras curvas, como si quisiéramos demostrar que ellas están jugando, a revolcarse como niños en un arenal.  Nada mas divertido que ser pequeños otra vez, escribir por ejemplo “regalo una sonrisa” sin levantar el lápiz, o también es bueno poder decir “vivo un minuto feliz”.

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente

Gracias hermanos Argentinos, Bolivianos, Peruanos  y todos los que no han tendido  su mano.
Cecilia Sandoval Precht
Grafoanalista





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