martes, 19 de enero de 2010

Grafología y el Amor

A la hora de iniciar una relación afectiva las personas se comportan de maneras muy distintas. Algunos se muestran desconfiadas, evasivas o ansiosas mientras que otras no tienen ningún miedo a abrirse a los demás. Algunas parecen esperar el rechazo y otras la aceptación.



El amor es un tema que ha dado muchos dolores de cabeza, tanto a quienes lo viven como a quienes tratan de investigarlo. Los psicólogos han estudiado esos lazos que nos mantienen unidos a otra persona y le han dado el nombre de vinculación afectiva o apego. Lo definen como una relación afectuosa, recíproca, activa y fuerte entre dos personas. Son relaciones que proporcionan sentimientos especiales de sentirse con compañía, donde se goza con las cosas sencillas con la complicidad, con la oportunidad de compartir intereses comunes, intercambiar opiniones o sentirse necesitado, la seguridad de estar acompañados y cuando una persona se ve privada de ellas se siente sola o inquieta. Es decir, echamos de menos a la persona a quien amamos. Esto es algo que no ocurre con otro tipo de relaciones cuya finalidad es simplemente la empatía y proporcionarnos un momento agradable, pasa que El amor es instinto de vida, donde se une lo femenino y lo masculino, una fuerza poderosa que mantiene la cohesión, una emoción que junto a la ira y el miedo forma parte de las emociones básicas humanas. Entonces, estar con otro es hermoso y pasar a estar solos mientras esto sucede también es hermoso. Junto con el conocimiento, el amor es una forma suprema de trascender en la vida porque está en la conciencia sagrada. Nuevamente encontramos otro cielo disponible para emprender el vuelo donde ya no nos conformamos con el nuestro que pasa a ser pequeño, se descubre un infinito parte de la existencia donde se nos ha invitado a actuar y pasar a ser alguien especial.






Un misterio difícil de explicar, sin embargo un contacto esencial profundo con toda forma de vida, que lleva a los inicios de la experiencia, volviéndose , a veces sin límites, una experiencia de vinculación e integración con la vida como tal. Podemos sentir que ésta se extiende más allá de uno mismo, rompiendo nuestras fronteras y vinculándonos con ella porque la raíz es la búsqueda constante de interacción con la propia historia con uno mismo con la naturaleza.






Nuestras expresiones se basan no sólo en contenidos manifiestos verbalmente o escrituralmente, sino que existen muchísimos otros mecanismos llenos de significados, que siempre están ahí y de los que no siempre sabemos sacar partido. La postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto e incluso el silencio mismo, todos son portadores de gran información, que siempre están a nuestra disposición, para ser descodificada y darle la interpretación apropiada.










En la hoja donde escribimos encontraremos muchos signos que nos hablan del amor, del afecto de lo emocional, de los sueños, de los logros, de aquellos que llevamos internalizados en nosotros y que nunca quizá miramos.






La hoja en si es este mundo que habitamos donde en él viven infinidad de almas que aparecerán en nuestro camino, sin nombre sin forma que se irán plasmando a medida que abramos nuestros ojos en medio del recorrido. Muchas quizá serán producto de nuestros sueños y grandes desvelos, sin embargo no es lo externo ni lo profano lo que hace cambiar los signos para descubrir el amor en grafología, es aquello que está en cada uno de nosotros y que nos hace ser diferentes, así como la capacidad de dar y recibir, de ser más expresivos o mas reservados, de abrir nuestros sentimientos sin miedos ni indecisiones. La facilidad para impulsarnos al cambio y poder avanzar hacia el futuro, la habilidad para luchar contra lo que queremos y deseamos y también contra aquello que nos abruma, saber vibrar intensamente con las emociones y poder controlarlas en el momento adecuado.






Grafológicamente lo vemos en algunos de estos signos;


• Flexibilidad en los renglones


• inclinación vertical o ligeramente inclinada a la derecha,


• pocos blancos en la página


• firma sencilla sin rúbrica ( nos llevaran a marcar un autocontrol emocional confianza en nosotros mismos)


• escritura de tamaño normal


Mirar hacia el futuro y mirar hacia el frente donde habitan los demás, la gente, los hombres, las mujeres, aquellos con los debo compartir la vida,


• letra clara y personalizada, que indica transparencia, sinceridad, naturalidad del ser.


• de forma curva,


• ligada o agrupada,


• margen derecho pequeño o ausente. Demostraran nuestra capacidad de entrega personal , de comunicarnos de sociabilizar de ser sensibles de querer luchar






Y estos son algunos de los signos que nos indicaran alguna de las tantas formas de amar.






M. Cecilia Sandoval P.


Grafo analista

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