lunes, 14 de septiembre de 2009

La ternura en la escritura

Las modernas tecnologías de neuroimágen generan diseños precisos que permiten visualizar las zonas cerebrales activadas ante determinados estímulos o procesos cognitivos, a través de ellos podemos conocer que son las neuronas espejos, uno de los últimos descubrimientos de la ciencia neurológica. Las neuronas espejo y la explicación neurológica de la empatía, el aprendizaje, la emoción, los sentimientos y demás manifestaciones psíquicas, normales y patológicas son redes neuronales que están detrás de estos procesos psíquicos.

Al ver alguien triste por ejemplo, lo mas probable es que uno pueda ponerse en su situación y trate de ayudarle. Lo que hacemos generalmente es, paralizar momentáneamente la mente y nos preguntamos por la experiencia psíquica que el otro esta vivenciando, ya que compartir los sentimientos es un requisito precursor para poder desenvolverse empáticamente y conseguir actuar con éxito a favor del otro. No es que vayamos a ver directamente la mente de la otra persona, sino pasamos a tener una experiencia personal cada uno de nosotros, hacemos nuestra la pena o la alegría según sea, por lo tanto lo interpretamos de acuerdo con los esquemas mentales y sicológicos propios. Permitimos entonces una interacción apropiada entre las personas las cuales se atribuyen mutuamente estados interiores y sicológicos personales.

Desde esta idea de la mente es posible explicar las relaciones empáticas. Se llama la teoría de la simulación: leer la mente del otro proyectando las estructuras mentales propias y simulando en uno mismo que es lo que siente el otro, también la teoría afirma que podemos deducir cómo funciona el otro a partir de nuestra experiencia psíquica, en la simulación en si, las rutinas son espontaneas, la teoría sin embargo es mucho mas racional. Para la primera proyectamos nuestros conceptos, para la segunda aprehendemos los conceptos mentales del otro.

La mente es una mezcla de funciones donde se manifiestan distintos módulos neuronales: rectiliano (vida funcional básica), mamífero (sentimientos) y neocórtex (cognición, planificación, moralidad). El sistema neuronal se activa de manera parecida ante conductas personales o a aquellas inducidas por comportamientos ajenos similares. La conducta, se realiza según intenciones. Es una acción que inmiscuye sentimientos, emociones, conocimientos. El cerebro al funcionar, activa las neuronas que son acordes con el estimulo que ve. Finalmente, hay una sintonía neuronal entre el observador y lo observado, que permite percibir cuanto siente el otro y pensar en el otro al hacer ciertas acciones. De momento podemos evidenciar que muchas veces al mirar a alguien golpearse por ejemplo, pareciera que el golpe lo sentimos nosotros. A partir de este tipo de experiencias, que se van registrando, los sistemas neuronales funcionan como neuronas espejo.

Estas son especialmente importantes en el aprendizaje, el arte y la cultura, ya que la experiencia concreta nos demuestra que nos ayuda a evolucionar unos a otros.

Debe existir una cierta sintonía entre la acción y los sistemas neuronales espejo para tener una experiencia de reciprocidad. Porque se activan sistemas neuronales de comunicación, que serán diferentes las respuestas si si el observador es hombre o mujer. Parece que se siente en carne propia lo que le pasa al otro. De alguna forma, la mente humana está preparada para ponerse en la mente del otro y disfrutar o compadecerse según su respuesta. En el fútbol ocurren también acciones reflejas que involucran neuronas espejo. El pie de un espectador se mueve junto al del futbolista que lanza un pelotazo.

El niño, en cuanto nace, está sensible a los sonidos, los movimientos, los olores de la mamá. Es un fonetista universal, capaz de aprender cualquier idioma; sin embargo al noveno mes queda cableado para hacer suyo sólo el idioma materno. La edad más temprana que se ha testado un niño es a los 42 minutos de nacer. A los 42 minutos ya la capacidad de imitación del ser humano se vivencia , es como es una tendencia innata, aparece precozmente, y puede seguir toda la vida y se desarrollará especialmente en los primeros años de vida donde de muy niños asociaremos lo que vemos con lo que sentimos, algo muy propio, en el rostro de cada niño cuando vemos una sonrisa y muecas en su rostro. Un infante con sólo unos meses de vida posee ya un llamativo rango de capacidades perceptivas que le permiten la “identificación imitativa, la empatía emocional y la comunicación recíproca que todos los humanos poseen”, y muchas experiencias mas de aprendizaje. Entre estas experiencias está la vivencia del cariño y de la ternura, la criatura es capaz de reconocer los brazos que la tocan , el calor que siente al ser abrazada , la felicidad de sentirse limpia, la calidez de una mirada, y muchas expresiones mas que marcan nuestra vida y nuestros sentimientos.

La ternura específicamente va mas allá de las sensaciones físicas entre nosotros , es el contacto con todo y el todo , es también el recibir y aprender el goce de disfrutar de lo bello, todo aquello que existe en la naturaleza , ser sensibles a mirar los colores a sentir sensaciones y gozar con el placer de lo no erótico.

En grafología podemos ver en óvalo muchas cosas, entre ellas y lo mas importante es que el óvalo recoge y encierra en si nuestro momento propio interno, aquel donde estamos conectados solo a nosotros mismos, donde nadie existe alrededor ni al costado, es el momento casi eterno del seno materno mantenido en nuestra interioridad. También en el óvalo se recogen y guardan las experiencias vividas por nosotros en la vida cotidiana. Están involucrados en él los afectos y lo profundo de ellos, asi mismo los sentimientos, es un nido donde esta nuestro YO. La perfección entre el mundo de las ideas, los sentimientos, la razón y el inconsciente (Bruni). Así también define o muestra la parte femenina de la psique de cada persona, de alguna manera encontramos allí a la madre.

Gráficamente, encontramos la ternura en óvalos abierto por arriba, significa que, no cerramos totalmente y queda un espacio abierto por donde dejamos “entrar” y “salir” algo, desde arriba viene el espíritu, lo trascendente, que se impregna en nosotros de manera tierna, y esa energía o halito que nos penetra también produce una inundación de nuevas cosas y sensaciones, las que aceptamos, nos impregnamos de algo muy potente para elaborar y crear, somos capaces de la entrega a sentir lo externo de manera especial, no es ya nuestro pensamiento y la razón que gobiernan nuestros sentimientos hay algo de intuición en ello, y dejamos de lado el control de los sentimientos, es la apertura sentimental que mostramos en la escritura, la capacidad de entrega también y de ceder algo, yo recibo y también doy.

Vemos también en esta apertura el enternecimiento en general, apertura del alma, búsqueda de ideales, es asi mismo la conexión con la pulsión de la naturaleza poque también somos parte de ella.












Cecilia Sandoval Precht
Grafoanalista

1 comentario:

  1. El análisis que hace es muy interesante, y quisiera saber si también es aplicable a lo opuesto de la ternura, por ejemplo el odio y la reacción en cadena de los "lumpen" y aquellos que se juntan para destruir y causar daños. ¿Que rol juegan entonces las neuronas espejo en estos casos extremos? ¿Podría escribir algo sobre el llamado "mandato familiar" y cómo ello afecta a jóvenes cuando han pasado varias generaciones después de haber ocurrido un hecho trágico en la familia?

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