SER MAMA

En tiempos antiguos la sabiduría de ser  mujer era ser madre, sin esto parecía que no se cumplía la razón  de nuestra existencia,  los tiempos cambiaron, y hoy ser mamá conlleva a una elección y a una opción. De hecho contamos con libros de apoyo de consulta y estamos preocupados de todos los cambios que ello significa, la publicidad y el comercio se han encargado de pintarnos el escenario de colores, las religiones nos atrapan en lo místico, y asi sucesivamente cada grupo de poder nos da lecciones de una u otra manera. Sin embargo nadie nos preguntó a las mujeres que se siente en la piel, que nos pasa en el interno,  como vivimos este momento.

Estructuralmente desde que anidamos en nuestro cuerpo, se producen cambios en nosotras desde todas las perspectivas, neurológicas, físicas, internas y externas, y cada celula de nuestro cuerpo reacciona a esta visita que transformará nuestro sistema. Si hacemos una analogía podríamos decir que somos un sol en proceso de crear una galaxia liberando una estrella, llenándola de luz, de nuestra luz y que será depositada en el cielo del universo para que brille luego sola, los soles no abandonan la luz y brillan hasta su ocaso, esto quiere decir hasta que la estrella pueda convertirse en un nuevo sol y asi sucesivamente.

Tal  como el universo y el sol,  nuestro sistema de mujer cambia con la rotación del tiempo. Asi nuestro interno reclama cambios desde lo mas minimo a lo mas grande.

El latir del corazón de una mamá, se desconecta de su realidad para volar a la trascendencia, es por esto muchas veces no sabemos si estamos acá o allá, el arte de dar la vida no es algo fácil, nos conecta con el infinito asi mismo nos une al desarrollo de la tierra, y nos da un sentido muy difícil de entender personalmente, pues todo se mueve dentro del cuerpo de una forma mágica y magistral sin poder ni siquiera intervenir en esta trasformación, es asi como las mujeres no sabemos decir claramente como nos sentimos y que nos pasa, este acto de fecundar amor se nos da por sabido y nadie sabe que no sabemos nada. En este proceso como en todos existe el dia y la noche la luz y la sombra cuando estamos solas con este niño que llevamos dentro, es por esto que a veces lloramos no de tristeza ni de melancolía sino de asombro, es por esto que se dice las madres son irremplazables y nos da miedo, porque llevamos un estrella en formación que dará luz después que la dejemos de anidar.

En la palabra hablada o escrita, encontraremos muchas veces  consejos,  la adquisición de sabiduría es a partir del conocimiento, todo resuena a prueba, es casi como un  examen oral y escrito a la vez. Es el   poder divino, una de suerte e impulso religioso. En nuestro cuerpo se personifica la razón y la ley de la naturaleza. Fuente de la verdadera felicidad. Que nos vuelve al encuentro de lo  amable, lo benevolente y lo  justo. El cambio nos anuncia buenas nuevas y señales protectoras.  No entendemos que el procrear hasta morir es una fuente de regalos inesperados, la  conexión con lo superior, el desafío de confiar en uno  misma  abrirse  a las señales,  fecundar amor  es estar abierta a recibir porque éste es el  medio a través del cual el conocimiento es recibido. Es asi como se fecundan  las palabras, el canto y la poesía. A través de esta  entrega  se puede recobrar el lazo entre dioses y hombres. Es ser la  receptora-contenedora-transformadora del poder espiritual y del conocimiento.

La escritura por lo tanto no es ajena a estos procesos, en este estado, nuestra manera de escribir se hará notar y sin dejarlo como sentencia podemos incluso decir que antes de salir embarazada ya en nuestros trazos podemos vislumbrar nuestra disponibilidad y preparación para fecundar amor.  La escritura junto a todo lo que muestra nuestro interior también da cuenta de lo que nos pasa, de nuestro asombro de nuestra sensibilidad de nuestros cambios de ánimo.

M.Cecilia Sandoval Precht
Perito /Grafóloga