Las vacaciones son momentos de desconexión de lo rutinario y lo que se hace durante el año, tambien en ocasiones es el momento de leer una buena novela, explorar cosas diferentes o simplemente soñar, pensar, recordar. Asi mismo hay quienes en vacaciones estudian nuevas materias, tendencias, en fin algo de vanguardia.
Lo cierto es, que sea como sea aireamos el cerebro y le damos cabida a un descanso, al menos al pensamiento racional, lógico que nos maneja durante el año lleno de tareas y obligaciones, asi nuestro lado creativo, lo aireamos y le dejamos meter la mano en nuestro dia a dia.
Entre las novedades de sueños y fantasías siempre está el conocerse mas, para que el año que comienza estemos mas centrados en nosotros, o dicho de otra manera es una manera de aspirar a ser mejor y asi lograr metas mas grandes y afrontar de repente nuevos desafíos.
Para todo esto sirve la grafología, tal como muchas veces lo he mencionado, tanto como conocimiento de nuestros hijos, compañeros amigos, y nosotros mismos. Para esto se necesita escribir de repente una líneas al dia, y mirar como escribimos, aunque hoy salta directamente la voz interior que nos dice que ya no escribimos, que es la pc la que se lleva todo el pulsar de los dedos y que escribir es de otro tiempo, sin embargo, hay cosas que al pensar eran de otro tiempo nos evoca sensación de romanticismo de niñez y de adolescencia quizá, la escritura a mano, servirá también como regalo de herencia a nuestros hijos, pues si no escribimos algo para ellos nunca lo tendrán, es asi como se va formando lo ilógico del pensamiento, ideas que brotan como sin sentido a veces pero pueden servir.
Recuerdo aun cuando existían los carteros, se esperaba con ansias la carta en el verano de aquel amor dejado en el algún lugar que de solo evocar se siente el olor a dulzura, complicidad y porque no decir, esplendorosas puestas de sol, noches robadas de sueños, por querer descubrir cada minuto algo nuevo, aquel a quien después de dejarlo llegábamos a escribirle unas líneas, una carta, una poesía, hoy será un sms, el Facebook, en fin. Pero no perdamos el tema, podemos volver a escribir, esta vez no habrá cartero ni amor que espere nuestra carta, escribamos para nosotros, aquellas cosas que aparezcan con o sin sentido y podremos ver que aun nuestra letra refleja nuestro corazón y el alma escondida.
¿Cuantas veces dejamos fluir el alma?, ¿cuantas veces tropezamos con un borrón, cuanto papel ocupamos?, ¿son mayúsculas o es imprenta? La sorpresa es grande, después del ordenador, volver a encontrarnos con nuestro ser interior en la inmensidad pasa a ser nuestra voz, que brillará como un sol al final del sendero.
El papel pasa a ser la magia que guardará los pensamientos y además nos hablará de nosotros. Será la sorpresa. Sugiero hacer un ejercicio, escribir aquello que mas anhelamos y que mas dicha nos da, luego aquello que mas detestamos y que queremos transmutar, asi le entregamos a la yema de los dedos el placer de sentir, tocando por detrás del papel la huella dejada en las dos ocasiones, aquello que nos gusta seguramente será mas suave y aquello que nos disgusta será con mas profundidad, ésto en grafología es lo que equivale a nuestra energía, nuestra fuerza con que enfrentamos las acciones en el dia, cuanta alma le ponemos, cuanta fuerza le damos.
Es un ejercicio simple con el cual también podemos jugar con los demás, y asi saber como es su fuerza interna en el día a día, parece magia cuando jugamos y somos capaces de descubrirlo, a veces no pensábamos fuese asi, sin embargo es real.
Vamos a jugar, y volvernos niños, sin obligaciones ni presiones, nuestras manos lo agradecerán, nuestro cuerpo también, y veremos en ello una acción cerebral.
Acá tenemos una escritura fuerte con fuerza con energía
Acá tenemos una escritura con menos fuerza o energía vital
Grafoanalista
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