martes, 19 de octubre de 2010

Homenaje a los Mineros

Desde el fondo de la tierra recibimos un mensaje, en trazos que decían claramente que existía la vida, donde quizá muchos pensamos que mas de algún corazón no latía.  El encargo plasmado allí fue mas que una demostración de unión, fue mas que un llamado de atención, fue solamente una gran reflexión.  Nada hacemos sino somos mas que dos.

Lo mas simple quedó a la vista y voló la imaginación  al pensar que  la pacha mama una vez mas quizo acunar a los hombres para decirles a través de estos mineros que es la madre quien acoge, quien cobija, quien sostiene, que es en su regazo donde se funda la nueva vida, a veces no esperada sino sorprendida, sin embargo siempre querida y defendida. El silencio, la noche, la oscuridad o el dia, tienen un ritmo propio para cada alma para cada sueño para cada cría. Sin embargo nada sucede, sino somos  mucho mas que dos.

Lo que es arriba, es abajo, lo que es adentro es afuera, lo que es en la tierra es en el cielo, siempre somos espejo como reflejo de lo mas grande y lo mas viejo, hijos de un padre del universo y hermanos de todos los que estaban lejos.

La grafología es el estudio antropológico del ser,  donde encontramos  el espejo de nuestro consciente e inconsciente fundamentado en el desarrollo neurológico y fisiológico plasmado en el papel. Viene desde tiempos de antaño antes que el hombre descubriera los símbolos para comunicarse, porque éstos esperaban pacientemente para plasmarse donde fuese.   Así como todo en el universo tenía su tiempo para hacerse presente, y su tiempo para actuar. Viene con el avance de la mente, con la evolución de la sabiduría y  así mismo  con la búsqueda del interior. Trae un mensaje integrador, reflejo del hombre constituído como una pieza del rompecabezas del sistema de la perfección, se necesitan siempre dos. Una proyección de aquello que no mostramos y que somos. El descubrimiento de que somos uno y somos dos, un yo que es también tu.

El primer tú al cual nos enfrentamos es a nosotros mismos, un óvulo frente a un espermio, somos dos y quedamos convertidos en uno solo, después de un proceso biológico crecemos y en la soledad primera, aquella que se dice solitaria  y que está llena de vida silenciosa nunca estuvimos solos. Fuimos creados para ser mas que dos.

Sin embargo, nuestro yo interno  instaurado en la conciencia y silenciosamente en los pensamientos, guarda la quietud necesaria y comienza a desarrollarse día a día y se enfrenta casi mágicamente a un "tu externo", en la perfecta quietud,  para no restarle fuerzas al crecimiento de  nuestro cuerpo, se percata que allá en  las afueras hay movimientos,  agua, luz, ruido, calor y frio, habitamos el útero materno, de la seguridad , reposo y movimiento, experiencia primera de contacto con el mundo, nosotros somos el niño;  el útero es el mundo es el  espacio que habitamos, equivalente al papel,  sin líneas ni rayas, que marca  nuestro camino. Nuestro destino, nuestra acción, nuestro futuro, nuestro riesgo, nuestro proyecto.  Alli viene “el otro” la madre, es entonces el primer contacto con “ese” que se nos aparecerá en el camino siempre, en la primera línea de avance, y como practicando , estiramos y recogemos las manos, sin embargo, estamos unidos, como si el universo o las leyes generales de la vida nos enseñaran que estar ligados es mejor. Que siempre al menos es mejor de a dos.

Avanzamos unidos sin soltarnos hasta enfrentarnos en un solo llanto a los demás, salimos al mundo siempre avanzando hacia adelante en nuestra acción, aunque la primera a veces sea con caída de la ultima letra, para luego levantar la cabeza al cielo y seguir, es nuestra primera separación, el contacto con la familia, después de los brazos del padre que está en las puertas del futuro, el encuentro es con el resto, de la madre no nos separamos aun, y seguiremos el camino hasta  siempre, manejando ya nuestro yo que nos habla, que mira y se detiene, que llora o ríe cuando quiere comunicarse.

Asi casi seguros saltaremos al siguiente renglón, donde estarán el resto , quienes? Los demás; todos aquellos que aparecen en este camino que se llama vida.   Asi hoy mientas escribo esto pienso y siento que mi Tu es esto: las letras que se van tejiendo para dejar grabado lo que mi yo interno quiere trasmitir, mis blancos de silencio conversando en calladas claves aquello que quiero decir.

Lo bello de escribir y transmitir es esto, lo bello de entender como puedo entrar en mi, es el papel que me dice, paso a paso, letra a letra como  es el espejo de mi  alma, que muchas veces ni yo puedo descifrar y que sin embargo esta aquí con solo rayar.

Cecilia Sandoval Precht
Grafoanalista

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